sábado, 14 de noviembre de 2009

Primera Entrevista Psicólogo

¿Qué tan lejos es demasiado lejos?

Te daré una respuesta concreta y específica pero, antes de hacerlo, debiéramos establecer la base fundamental. Cuando operamos con la mentalidad del ‘hasta dónde puedo llegar’, ¿dónde terminamos llegando por lo general? La mayoría de las veces terminamos llegando rápidamente a ese límite y empujándolo más y más cada vez que lo visitamos.

Necesitamos recordarnos a nosotros mismos que la pureza no es simplemente un asunto de mantenerse dentro de un límite que nos hemos fijado. Es una lucha por conquistar nuestros propios corazones y mentes, además de cuerpos.

Aquí van algunas orientaciones para que puedas saber qué tan lejos es demasiado lejos. Cuando estés considerando hacer algo con una chica/chico, pregúntate si acaso lo harías con tus padres presentes en ese lugar. También puedes considerar cómo es que te gustaría que un chico tratara a tu hermana o a tu futura hija o esposa, y has tú lo mismo con esa y con todas las chicas. Con frecuencia, nos involucramos tanto en la intensidad de la relación que se vuelve difícil tomar perspectiva y verdaderamente ver dentro de nuestros corazones.

Algunas personas piensan: ‘Mientras me mantenga virgen, está todo bien’. Se comparan a sí mismos con otros que están acostándose por ahí con frecuencia y, mirando el mundo desde esa posición, sienten que ellas están en buen camino... Y mientras tanto, van regalando pedacitos de sí mismas en relaciones pasajeras... todo con la justificación de que sus amistades viven peor.

Te lo admito... esto suena bastante a ‘no’, ‘no’, ‘no’ y ‘no’, pero piénsalo de esta manera: Vas por una hermosa carretera bordeando un acantilado que da al mar.
Imagina que vas conduciendo agradablemente en un maravilloso auto deportivo y el pasajero a tu lado dice ‘oye, ahí hay otra de esas estúpidas defensas camineras bordeando las curvas... y mira, otra estúpida señal de tráfico avisando que viene una curva pronunciada... odio como el sistema de carreteras inhibe tu libertad y te dice qué hacer’. Lo más probable es que no le permitas a ese tipo manejar el automóvil.

Cuando oímos de las normas de moralidad acerca de nuestra conducta sexual, debemos saber que ellas existen por el mismo motivo que las señales de tráfico y las defensas camineras en una carretera. Si deseas expresar tu libertad y conducir el coche precipicio abajo, eres libre de hacerlo. Las leyes morales que se nos enseñan están ahí para nuestra propia felicidad, para que no nos dejemos engañar con falsificaciones de lo que es el amor, y podamos realmente llegar a conocerlo.

Cada año les hablo a más de 100,000 chicos y chicas acerca de la diversión, salir, el sexo y las relaciones de pareja... y nunca me he encontrado con ni uno solo que lamentara lo que él o ella no hizo con la otra persona. Nunca me he encontrado con una chica al terminar una charla sobre la castidad que se me acerque llorando porque no se acostó con su novio. Nunca se me ha acercado un chico a confidenciarme que estaba muerto de susto porque su novia no estaba embarazada. Ellos lamentan lo que hicieron, no lo que guardaron y cuidaron.

Fuente: http://www.clubamorpuro.com
Fuente de la fotografía: http://images.google.com.ec/


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